domingo, 12 de agosto de 2012


Siempre creí que los libros tenían todas las respuestas a todas mis dudas, pero hoy por primera vez al acudir a una para resolver la duda que inunda mi corazón y nubla mi razón, no encontré respuesta alguna.

¿Cuál era mi pregunta? No era una, eran varias ¿Por qué cada vez que te veía mi corazón se detenía para después ponerse a latir como caballa desbocado? ¿Por qué sentía mis manos sudar y mis piernas temblar cuando te tenía enfrente? ¿Por qué era incapaz de gesticular una respuesta entendible a tus preguntas? ¿Por qué cuando te veía agitar tu cabello la mente se me queda en blanco? Y muchas preguntas del mismo tipo me han invadido, sin encontrar respuesta.  

Y tras verte hablando con aquel chico desconocido, descubrí gracias a una migo que estaba enamorado yo de ti. Y también me dijo que tu de mí y tras una cita comenzamos a escribir nuestra historia juntos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario